Limpieza de Cisternas

¿En qué consiste la limpieza de cisternas?

Como es sabido por todos, las cisternas de agua y casi todas las estructuras que se emplean para almacenar líquidos requieren pasar cada cierto tiempo por un proceso completo de mantenimiento y limpieza interna y externa, para que de esta manera se pueda garantizar el buen estado y conservación de los líquidos que se almacenan.


Este mantenimiento de cisternas, que en apariencia es un proceso bastante sencillo, requiere sí de una logística bien organizada y del uso de implementos químicos correctos para conseguir un buen resultado. Pero sobretodo, requiere de mucha experiencia y cuidado pues al contener líquidos que suelen ser destinados al consumo humano, una mala práctica puede conllevar a desastrosos resultados para la salud.

¿Cómo se realiza?

En general, la limpieza conlleva un proceso simple, pero de aplicación más o menos compleja. Para empezar, durante el uso continuado de las cisternas, se forma en estas diferentes concentraciones que a la larga contaminan el agua y la llenan de elementos nocivos para la salud. Algunos de estos elementos son: sarro, lodo, caldos microbianos, estancamiento, etc.


La tarea consiste en remover estos elementos para garantizar la pureza del agua. Por ejemplo, en el caso del sarro se suelen aplicar raspados para luego proceder a lavar las zonas afectadas con desinfectantes u otros compuestos. Con respecto a presencia de bacterias, objetos o depósitos de agua estancada se suele combatirlas con la aplicación de sales de amonio. El propósito final es tener un reservorio o tanque de agua que funcione como si fuera nueva.

¿Cuál es la utilidad en el mantenimiento de cisternas?

Como decimos, la presencia de todos estos elementos en las cisternas (sarro, microbios, etc.) repercuten en la salud de las personas que ingieren el agua que se almacena allí. Así, es común que se presenten una serie de dolencias como:


- Males estomacales.

- Infecciones del aparato digestivo.

- Envenenamiento (en casos extremos).


Por todo ello, la limpieza es útil en la medida en que evita que estos males se produzcan, además de que previenen el rápido deterioro de estos tanques.

¿Cada cuánto tiempo se debe realizar?

No existe un consenso en torno al tiempo exacto en que se debe realizar el mantenimiento de cisternas, pero los expertos indican que, cuando menos, una limpieza de tanques de agua se debe realizar por lo menos una vez al año, aunque lo ideal sería una cada seis meses, dependiendo del tipo y del ambiente del cual está rodeada.


Tener una deposito de agua en buenas condiciones es sumamente vital pues no solo constituye una garantía de tener agua limpia, sino que evita enfermedades y prolonga la vida útil de estos reservorios.

¿Qué cuidados se debe tener a la hora de limpiar?

A menos que se trate de una cisterna pequeña o se tenga conocimientos de cómo limpiarlas sin riesgos para la salud, lo más recomendable es encargarle este trabajo a una empresa que preste este tipo de servicios. Esto es necesario por cuanto no solo se trata de limpiar bien los residuos u otros agentes contaminantes sino que es necesario evitar que parte de los productos utilizados para limpiarla (detergentes, desinfectantes) se queden allí y afecten la calidad del agua.


En definitiva, la limpieza de cisternas de agua es algo indispensable para aquellos lugares en donde haya una, ya que repercute en muchos ámbitos, en especial aquellos relacionados con la salud y el buen funcionamiento del aparato.

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